Con un principio casi cinematográfico esta novela
consigue seducir al lector apremiando a continuar su lectura. No esperemos una
obra maestra de la literatura, por muchos premios que haya recibido, pero
concedámosle el mérito de conseguir una buena articulación en el argumento, la creación de una historia atrayente, una
descripción más que aceptable de la sociedad parisina sufridora del impacto de
dos guerras mundiales. Escrita en el
presente por el nieto del que va a ser el protagonista la acción sucederá en
momentos anteriores (prolepsis) y acompañada de un tono tragicómico nos narrará
lo que en esencia es una historia de amor interrumpida por la guerra pero que
perdura hasta la muerte.
En la
primavera de 1918, cuando finalizaba ya la Gran Guerra, Léon, de tan solo
diecisiete años y aburrido de sus estudios, abandona el hogar familiar para
trabajar de telegrafista en una pequeña aldea normanda llamada
Saint-Luc-sur-Marne. Poco antes de llegar, en bicicleta, a su destino, se
tropieza en el camino con Louise, quien aparenta más o menos su edad, y de
inmediato queda prendado.
“Boca grande y mandíbula delicada. Una bonita
sonrisa de dientecitos blancos, con un alegre hueco entre los incisivos
superiores. Los ojos… ¿eran verdes? Una blusa blanca a lunares rojos que le
habría puesto diez años encima si la falda azul de colegiala no la hubiera
vuelto diez más joven. Bonitas piernas, hasta donde había podido juzgar con
tamaña fugacidad. Y conducía condenadamente rápido”.
Louise es una joven muy apreciada en Saint Luc,
donde trabaja para el alcalde y está encargada de comunicar a los habitantes la
muerte de sus hijos, esposos o padres que fueron al frente. Su sincera ternura
al encarar esas trágicas situaciones no es, sin embargo, óbice para que su
carácter sea el de una joven algo descarada, atrevida y peculiar.
“-¿Me tomas por idiota? Todos los hombres
quieren meterse dentro de las bragas de una chica si está sola con ellos en las
dunas.
- Cierto –admitió León- pero yo no lo haré.
-¿Ah no? –dijo Louise y rió.
-No. No es lo mismo lo que se quiere que lo
que se hace. –León se levantó y se dirigió a su bicicleta-. Además, en Le
Tréport no hay dunas.”
Pero esa historia de amor entre los dos jóvenes
se interrumpe nada más nacer a causa de un bombardeo de la artillería alemana.
Él es herido y le comunican que Louise ha muerto.
Léon prosigue su vida, se casa y tiene varios
hijos, sin acabar de ser del todo feliz en su matrimonio. En 1939, al inicio de
la II Guerra Mundial, vuelve a encontrar a Louise y se reinicia la relación
–infidelidad matrimonial incluida. Y hasta aquí se puede contar.
Alex Capus (Normandía, 1961) es periodista,
novelista, antropólogo que escribe en alemán. Con esta novela fue finalista del
Deutscher Buchpreis, uno de los premio más importantes de Alemania.
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