Este año
Valencia conmemora el 150 aniversario del nacimiento de Vicente Blasco Ibáñez.
La Biblioteca Valenciana exhibe, con motivo de este hecho, la exposición Vicente Blasco Ibáñez.
Un valenciano universal
en el que refleja el carácter "maldito" del escritor y periodista
durante las dictaduras del siglo XX en España y también su faceta de
"ciudadano del mundo". Decenas de textos que escribió como periodista
y libros tanto de su puño y letra como de su etapa como editor ponen de relieve
que Blasco "lo abarca todo".
Hoy nos
unimos a este homenaje con la lectura de una obra suya, La catedral, que aunque
tiene una trama simple y un desarrollo narrativo sencillo no es fácil de leer,
ya que el autor utiliza a su protagonista Gabriel Luna para exponer su ideario
político y social enzarzándose en discursos y arengas que en algunos episodios
se hacen interminables. El marcado
anticlericalismo del autor y su fobia a la monarquía se hacen visibles en estas
páginas junto con una descripción exhaustiva de la catedral de Toledo (la
Giganta). El resumen es el siguiente: un activista político, debilitado y
cercano a la muerte, busca en la catedral de Toledo un refugio tranquilo para
pasar los últimos días de su vida. Como el mismo autor, el activista, Gabriel
Luna, comparte las experiencias de un exilio en Francia y Estados Unidos, la
pasión por la difusión de los valores republicanos y su actividad política
clandestina que hacen inevitable asociar directamente su discurso con el de
Blasco Ibáñez. El diálogo que mantiene con algunos clérigos y trabajadores de
la iglesia, siempre sustentados en la experiencia del personaje y una retórica panfletista,
son tan revolucionarios que acaban espoleando al personal a la rebeldía y a la
insumisión, pero más impactantes son todavía algunas de las revelaciones de los
sujetos de la catedral que acaban rechazando un falso discurso impuesto por la
Iglesia.