jueves, 19 de noviembre de 2015

Un saco de canicas, de Joseph Joffo


Las aventuras y desventuras de dos niños judíos que se ven obligados a abandonar París durante la ocupación nazi no nos dejan indiferentes, aunque la novela no tiene los tintes de desesperación, miedo y crueldad que tiñen las páginas de sus parientes “El niño del pijama de rayas” y “El diario de Ana Frank”, que tratan de la misma temática. Este libro nos descubre cómo la necesidad agudiza el ingenio y que los niños son más capaces de desenvolverse en situaciones adversas de lo que tradicionalmente y sobre todo en la actualidad (quizás sobreprotegidos en exceso) creíamos. 
A pesar de lo que pueda parecer, no es una historia triste, sino que tiene un final feliz a pesar de la guerra, ya que sus protagonistas han podido contarlo. Sin abundar en las miserias y despropósitos que conlleva una contienda de esta índole nos presenta el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial de una forma sesgada, desde los ojos de sus dos protagonistas, que al ser niños no perciben la tragedia en su dimensión global. 

Narrada en primera persona y autobiográfica, esta novela es esperanzadora en cuanto defiende que todo lo malo siempre acaba por terminar, no dura siempre. La obra tuvo su adaptación cinematográfica en 1975, dirigida por Jacques Doillon.

jueves, 5 de noviembre de 2015

El balcón en invierno, de Luis Landero

Hoy comentamos el último libro del escritor extremeño Luis Landero,  en el que el autor rememora su infancia en el campo donde vivía con su familia en Alburquerque y su adolescencia en el madrileño barrio de La Prosperidad. 
Landero, descendiente de una familia de hojalateros, describe el empeño de su padre por hacer de él un hombre de provecho; concretamente, su máxima aspiración era que se licenciara como abogado para que pudiera mirar de frente y tratar de tú a tú a los “gordos” del pueblo, pero el chico, después de dejar el instituto y desempeñar varios oficios, no respondió a las ambiciones paternas y se hizo guitarrista animado por su primo Paco. Más tarde, de forma casual y adoctrinado por un profesor que impartía clases de literatura en una academia nocturna a la que asistía para terminar el bachiller, descubre a los grandes escritores y con avidez devora libros que le marcarán el “canon”, como él lo llama, lo que dará un giro completo a su vida. 

Un libro lleno de nostalgia y melancolía, autobiográfico como otros que ha escrito el autor y repleto de anécdotas e historias familiares que conforman el retrato de una saga arraigada a la tierra y que, mal que bien, vivió de lo que ésta quiso darle. Ha sido elegido Libro del Año por el Gremio de Libreros de Madrid, destacando el jurado que el libro de Landero "está escrito con un lenguaje preciso y precioso" y que "es un viaje, de implacable sinceridad, por la memoria".

Os dejamos una entrevista realizada a Luis Landero en el programa Página 2 el 15 de noviembre de 2009 y la crítica del libro en Babelia.