Una aburrida tarde de agosto, el
farmacéutico de un pequeño pueblo siciliano recibe un anónimo en el que le
amenazan de muerte y al que, sin embargo, no da importancia. Pero, días
después, el farmacéutico muere asesinado en el monte junto a otro respetable
lugareño, el médico Roscio.
Mientras los rumores causan daños
irreparables, y la policía y los carabineros dan palos de ciego, sólo Laurana,
un anodino pero culto profesor de instituto, sigue una pista que tal vez
conduzca hasta el asesino. Ha descubierto que el anónimo estaba confeccionado
con palabras recortadas de un diario católico y conservador, L’Osservatore
Romano, pues su logotipo, Unicuique suum –«A cada cual, lo suyo»–, figura en el
reverso de los recortes. Y se lanza a hurgar no sólo en la vida de las
víctimas, sino también en la de los vecinos suscritos a ese diario. Incapaz de
ver el peligro al que le abocan sus hallazgos, Laurana se convertirá en el
protagonista de esta brillante novela policiaca donde la Verdad mide sus
fuerzas frente a los intereses de los poderosos.
Leonardo Sciascia (Racalmuto,
Sicilia, 1921-Milán, 1989) estudió magisterio en Caltanissetta y dedicó parte
de su juventud a la enseñanza. Posteriormente empezó una brillante carrera
periodística para, más tarde, convertirse en uno de los novelistas italianos
más importantes de la posguerra.
Su obra y su activismo político
estuvieron marcados por una decidida oposición a cualquier manifestación
abusiva del poder, y en muchos de sus libros asoman personajes e historias
reales. Tusquets Editores ha publicado hasta el momento doce novelas suyas (El
contexto, 1912 + 1, La bruja y el capitán, El Consejo de Egipto, Puertas abiertas,
Todo modo, El caballero y la muerte, Una historia sencilla, Cándido o Un sueño
siciliano, Los apuñaladores, La desaparición de Majorana y El día de la
lechuza), el volumen de relatos Los tíos de Sicilia y el libro de viajes Horas
de España.
Os recomendamos la lectura de
cualquiera de las obras de este autor, a quien Andrea Camilleri, creador del
comisario Montalbano, ha reconocido con la siguiente afirmación: "Yo estoy
muy lejos de alcanzar a Sciascia"; aquí podéis consultar las que tenemos
en la biblioteca: goo.gl/WcZvwV