miércoles, 23 de enero de 2019

Dinero fácil, de Jens Lapidus






Dinero fácil, que comentamos el 13 de diciembre de 2018, es una novela negra, negrísima. Nos mete de lleno en los bajos fondos de Estocolmo, con tres personajes muy distintos entre sí, pero con un nexo en común: el mundo criminal (con la compra y venta de droga, con la recaudación ilegal de dinero en los guardarropas, con la prostitución, con las palizas, chantajes y coacciones). Te adentra en el crimen organizado desde los distintos puntos de vista de todos los implicados.

No hay nadie bueno. Pero tampoco son completamente malos. Tienen su manera de pensar, sus motivaciones, sus aspiraciones en la vida y llegas a comprenderles, y hasta a empatizar con ellos. Los protagonistas se van adentrando poco a poco en una espiral de la que ves que les va a resultar muy difícil encontrar la salida. El dinero "fácil" atrae, y una vez que entras en ese mundo, es muy difícil salir de él.

Por ejemplo, JW está muy centrado en sus estudios, quiere sacarse una carrera, tiene planes de futuro, quiere ser alguien en la vida, y para lograrlo, los estudios son su medio. Cuando empieza a vender cocaína, se dice a sí mismo que eso no va a interferir con sus notas, pero cuando comienza a ganar mucha pasta y de manera muy rápida, empieza a perder de vista su objetivo: "Los estudios apenas iban bien. Aprobaba los exámenes por los pelos. ¿Estaba rompiendo su promesa?". "La pregunta que le preocupaba: ¿eran sus nuevos hábitos de esnifar o el asunto de Camila lo que le ponía tan nervioso?".

Por su parte, Jorge se centra únicamente en su venganza, sin poder ver nada más allá de ello: "El odio de Jorge había alcanzado su máxima intensidad. Más fuerte cada día. Respiraba odio. Comía odio. Soñaba odio". "Necesitaba guita para odiar a Rado. Necesitaba del odio hacia Rado para seguir consiguiendo guita. Vivir a la fuga. Odiar, planificar, dormir; la vida era sencilla".

Y Mrado, vive dos vidas paralelas: su faceta como matón, y su faceta como padre de su hija pequeña, Lovisa, siendo ambos mundos cada vez más incompatibles entre sí: "Era su día de visita con Lovisa. (...) Todo el día era para ellos. La última vez se había ido a la mierda. Mrado no había podido recoger a Lovisa de la guardería, se había visto obligado a partirle la cara a un yonqui que había amenazado a Nenad". "Dicotomía: Mrado quería ver a su hija, sin embargo la fastidiaba con frecuencia. Siempre se arrepentía después. Se justificaba a sí mismo: alguien tiene que traer pasta para poder dar a Lovisa una buena vida".

El autor consigue meternos en su cabeza y ver el mundo a través de sus ojos, el cual no es blanco o negro, sino que es gris, un gris con muchos matices. 


 
Como decía antes, la novela tiene un estilo ágil y directo, muchas veces con frases cortas, que le dan rapidez a la acción. Pero a veces da la sensación de que hay demasiadas oraciones cortas seguidas, resultando el texto un poco telegráfico.

Autor

Jens Lapidus nació en 1974, en el barrio de Estocolmo, en Suecia. Es un abogado penalista de gran éxito, y debido a su experiencia profesional representando a algunos de los más conocidos criminales de Suecia, tiene una visión única de los bajos fondos de Estocolmo y del mundo criminal, la cual ha plasmado en la Trilogía negra de Estocolmo.



jueves, 10 de enero de 2019

Barrio de Maravillas, de Rosa chacel




El 15 de noviembre escogimos para comentar en el club a esta autora porque queríamos homenajear a las mujeres olvidadas por la historia y que los proyectos documentales Las sin sombrero han contribuido a divulgar y recuperar el legado de estas artistas. Reproduzco aquí la breve biografía que en este documental se realiza de Rosa Chacel (Valladolid 1898-Madrid 1994):

Novelista española.

Su primera vocación fue la escultura, matriculándose en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando. Abandonó esta primera vocación para convertirse en la principal novelista de esa generación, además de ensayista y articulista. Fue asidua de las tertulias dónde entabló amistad con Ortega y Gasset que le publicaría varios artículos en la revista de Occidente. El compromiso con la República la llevó al exilio primero en Suiza y luego en Brasil. A pesar de sus múltiples publicaciones en los años veinte y treinta, el exilio, le conllevó grandes dificultades económicas que le impidió proseguir su carrera literaria con total dedicación. Ya con sesenta años, obtuvo becas de fundaciones para terminar algunas de sus novelas, una de estas becas le permitió instalarse en Madrid y terminar una de sus obras más populares, Barrio de Maravillas. Rosa Chacel es sin duda una de las autoras más importantes de la cultura literaria Española.

“La realidad era yo en mi pequeñez, sin más arma que mi inteligencia, sin más capital que mi voluntad y mi perspicacia, mi capacidad de juicio para buscar mi propio destino”

Barrio de Maravillas, la primera novela de una trilogía que se completa con Acrópolis y Ciencias Naturales, narra la historia de dos niñas en el Madrid de principios del siglo XX, atrapando su mirada inocente sobre el mundo y dejando constancia de una época irrepetible en la que aún las vivencias no se han teñido de sombras.

Se trata de dos seres inocentes, en el sentido, precisa la autora, de no saber nada en absoluto de determinadas cosas, de centrarse en su propio ser, de ensimismarse en la cristalina campana de la infancia, donde todo suena con otro eco y destella con otra luz.

La novela, semi autobiográfica, nos muestra la generación espontánea del pensamiento de estas dos niñas, (en realidad una sola, ella misma), con su convulsivo continuo descubrir, en la intimidad de un monólogo interior desatado, exhaustivo, desarrollándose a trompicones, creciendo a medida que su circunstancia se modifica en torno a ellas.

Es el pensamiento de una jovencísima Rosa a quien vemos mirar el mundo desde un segundo plano, el plano de los contempladores, el de los que pueden luego llenar páginas tan bellas como éstas, porque han forjado su imaginación a fuerza de imagen y palabra. Es también un libro en el que los sentidos están presentes, la música, el color, los sabores...



Excesiva en su introspección, de difícil lectura por atropellada, esta novela, que es casi un ejercicio de estilo, un ejercicio ejemplar sin duda, es valioso por ese encontronazo continuo de cuando se es púber con la realidad, cuando se es aún tan maleable como para que todo cale hondo en nosotros y nos importe, porque es testimonio de creación continua de un pensamiento vivo, discursivo, intimista y que sólo fue capaz de cesar, según se lee, con la guerra.