jueves, 20 de abril de 2017

La fiesta del chivo, de Mario Vargas Llosa



 

Vargas Llosa, escritor: innovación y testimonio


             Desde la obtención del Premio de la Crítica española, en 1963 con sólo 24 años, por su primera novela La ciudad y los perros, hasta  la concesión de Premio Nobel de Literatura en Octubre de 2010, la publicación, en Noviembre de ese mismo año, de la esperada El sueño del celta y su novela Cinco esquinas (2016), incontables son los galardones recibidos por el escritor peruano Mario Vargas Llosa, como inconmensurables son los lectores que han disfrutado y enriquecido sus vidas, leyendo sus obras.         

          Tres son, al menos, las constantes estilísticas que han hecho GRANDE su literatura e IMPRESCINDIBLE su lectura:

          En primer lugar, un soporte temático socio-político y testimonial, al que aportan urdimbre y complejidad el magistral dominio de las técnicas narrativas innovadoras de estirpe cinematográfica, como la construcción en paralelo, y contrapunto, de historias entrecruzadas, con pluralidad de perspectivas y zigzagueante temporalidad.

          En segundo lugar, la atractiva sugestión de elementos erótico-sentimentales, procedentes del melodrama; la agilidad elíptica y documental del periodismo, y el avance suspensivo de los clásicos, aprendizaje asimilado en su vocación de lector apasionado y en su admiración crítico-ensayística por los fabuladores de excepción, desde Joanot Martorell, Cervantes y Tolstoi, a Víctor Hugo, Flaubert y García Márquez.

          Por último, sobrevolando e impregnando los ingredientes anteriores, su impronta personal: el virtuosismo camaleónico y la capacidad desbordante para crear multiplicidad de inquietantes situaciones y dotar de voz a personajes únicos, irremplazables e inolvidables, entes de ficción o seres reales, extraídos de la vida o de la historia. Indelebles permanecen en nuestra memoria de lectores de Vargas LLosa, entidades como el poeta y el esclavo de La ciudad y los perros, Pichula Cuéllar y Teresita en Los cachorros, La Chunga y Lituma de La casa verde; Zavalita y Ambrosio en  Conversación en La Catedral; el escribidor y la tía Julia, el hablador y Mascarita, Gauguin y Flora Tristán...; el dictador Trujillo, el Turco, el doctor Balaguer..., Urania Cabral.

La fiesta del Chivo (Alfaguara, 2000)

          La fiesta del Chivo, novela multi-editada, celebrada por la crítica y  elogiada por sus fascinados lectores, llevada al cine en 2005..., constituye un compendio ilustrativo, relevante, de los rasgos definitorios, recurrentes en la narrativa de Mario Vargas Llosa.         

          Novela-testimonio, sustenta su eje temático-argumental en la reconstrucción histórico-política, documentada, de la Dictadura de Leónidas Trujillo, el Chivo, y su caída; la conjura y el atentado mortal, la ensañada represión posterior y la transición a la democracia en la República Dominicana.

          Estructuran la historia tres hilos narrativos, construidos en contrapunto, con alternancia de voces y tiempos:

  Al inicio de la novela, la voz de Urania Cabral, una de las innumerables víctimas del General Trujillo y sus abyecciones, en su regreso a Santo Domingo, tras más de treinta años de ausencia. Con sus recuerdos obsesivos, su náusea al evocar el nefando episodio que ha marcado su vida, se nos desvelan comportamientos depravados, y perversiones, del Chivo, su familia y entorno.

  Retrocedemos a 1961 para conocer el último día del Tirano, desde su despertar. Se nos muestran, en su voz interior, su rutina diaria, sus manías y miserias más íntimas; su vida, pública y privada, y la de sus colaboradores más cercanos; sus desmanes y atropellos, la deshumanización aniquiladora del Régimen..."la larga mano de Trujillo"

  Por último, el tercer bloque narrativo y climax del relato, el atentado y sus secuelas. La gestación del complot, en la voz de los ejecutores, sus biografías y los motivos ineludibles de los conspiradores, aplastados y vejados por la despótica Dictadura; la feroz persecución y brutales torturas, tras el magnicidio; las hábiles maniobras del presidente Balaguer para la consecución del tránsito a la Democracia, auspiciada por los Estados Unidos.

          Todo este entramado narrativo y complejidad estructural, sumados a  la notoria habilidad de Mario Vargas Llosa para recrear personajes, situaciones y ambientes, con el valor añadido de su estilo ágil, poliédrico y envolvente, capaz de mantener suspendido al lector, hacen de "La fiesta del Chivo" un modelo de narración, y una muestra más del talento, indiscutible, del escritor peruano, Premio Nobel de Literatura, 2010, en lengua castellana.


       Charo López López

Tras este completísimo comentario de nuestra compañera Charo, solo nos queda animaros a ver la película del mismo nombre (la tenemos en la Mediateca), de Luis Llosa, con Isabella Rossellini, Tomás Milián y Juan Diego Botto, y otro film, En el tiempo de las mariposas, dirigido por el español Mariano Barroso e interpretado por Salma Hayek, que narra la historia de las cuatro hermanas Mirabal.
Os recomendamos, como no, la lectura de otras obras de Vargas Llosa que tenemos en la biblioteca y que podéis ver aquí