martes, 19 de mayo de 2015

El sueño eterno (1939), de Raymond Chandler.

El sueño eterno (1939), de Raymond Chandler.


Nuestra próxima lectura es todo un clásico de la novela negra y la primera novela de Raymond Chandler, que previamente había escrito dos cuentos,  Killer in the Rain (Asesino en la lluvia) y The Curtain (El telón), publicados anteriormente en la revista Black Mask  y que son la base de El sueño eterno, creando, a partir de los dos detectives que salían en los cuentos, a Philip Marlowe. Con esta obra comienza lo que podemos llamar el ciclo Marlowe, que se completará con las siguientes obras:

Farewell, My Lovely (Adiós, muñeca) (1940)
The High Window (La ventana alta) (1942)
The Lady in the Lake (La dama del lago) (1943)
The Little Sister (La hermana pequeña) (1949)
The Long Goodbye (El largo adiós) (1953)
Playback  (1958)
The Pencil (El lápiz
) (1958) [Cuento]
The Poodle Springs Story (La historia de Poodle Springs) (1959)[Novela terminada por Robert B. Parker] 

El argumento parece sencillo en principio pero se complicará rápidamente; el general Sternwood llama a Philip Marlowe para encargarle que le solucione un problema que tiene con un chantajista, pero pronto se verá involucrado en una trama en la que no faltan asesinatos, un negocio de libros pornográficos y peligros para el protagonista. Pero lo mejor, sin duda, de la novela, es el personaje del detective, uno de los mejores de la historia de la novela negra y modelo para muchas obras posteriores: borrachín, irónico, impertinente, con respuestas ingeniosas para todo, cínico y pesimista, pero también un defensor de la justicia. Y a pesar de su supuesta dureza, también tiene su lado poético, como podemos ver en el pasaje final del libro:
"¿Qué más te daba dónde hubieras ido a dar con tus huesos una vez muerto? ¿Qué más te daba si era un sucio sumidero o en una torre de mármol o en la cima de una montaña? Estabas muerto, dormías el sueño eterno y esas cosas no te molestaban ya. Petróleo y agua te daban lo mismo que viento y aire. Dormías sencillamente el sueño eterno sin que te importara la manera cruel que tuviste de morir ni el que cayeras entre desechos."
 
Cuando hablamos de El sueño eterno es imposible no mencionar su  adaptación cinematográfica, con Humphrey Bogart y Lauren Bacall en los papeles principales, Howard Hawks como director y nada menos que William Faulkner  como guionista. La adaptación es muy fiel, con alguna libertad necesaria en la época: no podían mostrar desnudos y la importancia de la relación amorosa entre Bogart y Bacall aumenta notablemente, beneficiándose, por cierto, del amor patente entre ambos, que llevaban un año casados cuando se rodó la película. Si muchas veces la película decepciona respecto al libro, en este caso se consiguió que cuando nos imaginemos a Marlowe no pueda ser otro que Bogart (si no habíais leído el libro pero sí visto la película ya nos contaréis si os ha pasado).

Como muestra os dejamos una escena de la película que nos gusta mucho (¿será porque es entre libros?). Y os recomendamos que leáis aquí la aportación de nuestra compañera Charo, apasionada admiradora tanto de la novela como del cine negro.


lunes, 4 de mayo de 2015

Obabakoak, de Bernardo Atxaga (1989). 
La lectura que comentaremos el próximo 7 de mayo ha sido galardonada con el Premio Euskadi, Premio de la Crítica, Prix Millepages, Premio Nacional de Narrativa, finalista en el International Dublin Literary Award, IMPAC y llevada al cine por Montxo Armendáriz. Obabakoak reúne las historias de los habitantes del territorio de Obaba: el profesor de geografía que recuerda su extraña relación amorosa con una chica que sólo conoce en sus cartas, la joven maestra que tiene que aprender a combatir la soledad a lo largo de un frío invierno, la relación de un canónigo con un niño perdido en el bosque, el escritor que da un giro a su vida cuando descubre un detalle asombroso en la ampliación de una vieja foto de la escuela... relatos que son en sí mismos pequeñas obras maestras y que recrean un mundo original poco común en la literatura española contemporánea. 
Escrita originalmente en euskera (Obabakoak, en euskera, significa "los de Obaba"), es el libro en esta lengua de mayor éxito internacional; la traducción al español es del propio Atxaga, que en este artículo, publicado con motivo del 25 aniversario de la publicación del libro español, recuerda los problemas que le supuso traducirlo.

Si queréis saber más sobre este autor podéis visitar su página web: http://www.atxaga.org/es/.