Manual para mujeres de
la limpieza o cómo
lo cotidiano se convierte en arte. Porque
este libro es una joyita. Lástima que su autora no haya podido disfrutar
del éxito que ha obtenido su edición. Duro en su contenido pero ingenioso y
hasta positivo, a pesar de la azarosa e incluso desastrosa existencia de la
autora. Cualquier otro escritor al versionar una biografía de su vida hubiera
parido un “dramón” pero ella la convierte en un cuento, en una serie de relatos
cortos en los que con maestría entra y sale unas veces como protagonista y
otras como espectadora de la vida de otros. Se trata de un libro durísimo
porque los temas principales son el alcoholismo (heredado entre generaciones),
el desarraigo familiar, las drogas, episodios de abusos a menores, pobreza,
mendicidad… pero también el amor está presente en todas sus facetas: familiar, pasional, compasivo, desventurado,
posesivo…
El libro es una antología de 43 relatos basados en la vida
itinerante de la autora, una mujer muy bella, casada tres veces, alcohólica,
que trabajó duramente en toda clase de oficios para mantener a sus cuatro
hijos. Narra vidas en las que el desastre se acepta con normalidad; no tiene
reparo en mostrar la miseria humana, la degradación, la vulgaridad, la fealdad,
la suciedad aceptada ni la ternura o la emoción de los inadaptados. Sus
personajes son gente maltratada por la vida y por sí mismos, pero también
audaces, que van de frente, con una intrepidez y una inconsciencia admirables.
En el orden de los cuentos se advierte el paso del tiempo sobre la autora, lo
que nos permite ver en ella el trayecto de la juventud a la vejez, algo que
resulta muy sugestivo.