jueves, 19 de abril de 2018

Manual para mujeres de la limpieza, de Lucia Berlin



Manual para mujeres de la limpieza o cómo lo cotidiano se convierte en arte. Porque  este libro es una joyita. Lástima que su autora no haya podido disfrutar del éxito que ha obtenido su edición. Duro en su contenido pero ingenioso y hasta positivo, a pesar de la azarosa e incluso desastrosa existencia de la autora. Cualquier otro escritor al versionar una biografía de su vida hubiera parido un “dramón” pero ella la convierte en un cuento, en una serie de relatos cortos en los que con maestría entra y sale unas veces como protagonista y otras como espectadora de la vida de otros. Se trata de un libro durísimo porque los temas principales son el alcoholismo (heredado entre generaciones), el desarraigo familiar, las drogas, episodios de abusos a menores, pobreza, mendicidad… pero también el amor está presente en todas sus facetas:  familiar, pasional, compasivo, desventurado, posesivo…

El libro es una antología de 43 relatos basados en la vida itinerante de la autora, una mujer muy bella, casada tres veces, alcohólica, que trabajó duramente en toda clase de oficios para mantener a sus cuatro hijos. Narra vidas en las que el desastre se acepta con normalidad; no tiene reparo en mostrar la miseria humana, la degradación, la vulgaridad, la fealdad, la suciedad aceptada ni la ternura o la emoción de los inadaptados. Sus personajes son gente maltratada por la vida y por sí mismos, pero también audaces, que van de frente, con una intrepidez y una inconsciencia admirables. En el orden de los cuentos se advierte el paso del tiempo sobre la autora, lo que nos permite ver en ella el trayecto de la juventud a la vejez, algo que resulta muy sugestivo.

jueves, 5 de abril de 2018

La señora Dalloway, de Virginia Wolf





        La señora Dalloway es la primera de las novelas con las que Virginia Woolf revolucionó la narrativa de su tiempo, relata un día en la vida londinense de Clarissa, una dama de alta alcurnia casada con un diputado conservador y madre de una adolescente.
La historia comienza una soleada mañana de 1923 y termina esa misma noche, cuando empiezan a retirarse los invitados de una fiesta que se celebra en la mansión de los Dalloway. Aunque en el curso del día suceda un hecho trágico -el suicidio de un joven que volvió de la guerra con la mente perturbada-, lo verdaderamente esencial de la obra estriba en que los hechos están narrados desde la mente de los personajes, con un lenguaje capaz de dibujar los meandros y ritmos escurridizos de la conciencia y de expresar la condición de la mujer de un modo a la vez íntimo y objetivo.
       Casi ochenta años después de su aparición, La señora Dalloway conserva intactas la oscura belleza y la originalidad que le permitieron ingresar en la restringida familia de los clásicos del siglo XX.
     Virginia Woolf (1882-1941) es para muchos símbolo de rebelión, para otros exponente del movimiento feminista y de la literatura moderna, y para algunos más simplemente un genio de la escritura. Era una mujer que hablaba sobre las dificultades de exponer sus ideas a través de la escritura en el tiempo que le tocó vivir, tal como lo expresa en su ensayo más famoso, Una habitación propia (1929): "Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción”.
        La autora de obras como La señora Dalloway (1925), Al faro (1927), Orlando (1928) y Las olas (1931) luchó casi toda su vida con su salud mental, pues fue diagnosticada de demencia y trastorno bipolar. Durante su vida sufrió de crisis nerviosas y depresivas, de las cuales sentía que empeoraba y que no podía recuperarse. Su pensamiento, las crisis que vivía, su niñez entre libros, la muerte de su madre, la Primera y Segunda Guerra Mundial, así como el rol de la mujer del siglo XX están plasmadas en sus letras.
      “Las mujeres han vivido todos estos siglos como esposas, con el poder mágico y delicioso de reflejar la figura del hombre, el doble de su tamaño natural”,
        En una de sus crisis depresivas decidió quitarse la vida el 28 de marzo de 1941 (había intentado suicidarse dos veces anteriormente): llenó los bolsillos de su abrigo con piedras y se tiró al río Ouse en Sussex, Inglaterra. 

La historia de mi gente, de Edoardo Nesi



Actualizamos este blog con el libro que comentamos el día 22 de marzo, La  historia de mi gente de Edoardo Nesi.  Esta gente es su familia y los vecinos de un pueblo de la Toscana que ven como la globalización destruye empresas, sobre todo textiles, que nacieron y crecieron como negocios familiares y proporcionaron trabajo a la gran parte de la población.
Ganador del Premio Strega 2011, uno de los más prestigiosos de Italia, La historia de mi gente es uno de esos libros singulares que cautivan la imaginación de lectores muy diversos y nos recuerdan que la autenticidad no sabe de etiquetas ni de géneros literarios. A partes iguales relato autobiográfico y texto de denuncia política, Nesi disecciona desde la experiencia personal y familiar las graves consecuencias que ha tenido y sigue teniendo para Europa la progresiva extinción del sistema económico más civilizado que haya conocido el hombre y su reemplazo por un modelo cuyo principal objetivo es la rentabilidad más elevada posible sin reparar en costes humanos.
Novelista y traductor perteneciente a la tercera generación de una próspera familia de empresarios toscanos, Nesi rememora con una sinceridad sin paliativos la Edad de Oro de la industria textil de su país y reflexiona sobre su estado actual pues, al igual que tantas otras industrias europeas, ha sufrido el azote de la globalización. Con un lenguaje lleno de rabia e indignación, pero también de elocuencia y lirismo, Nesi transmite el dolor con el que contempla el silencio de las fábricas desmanteladas y la desaparición de una forma digna de entender las relaciones laborales que, además de generar riqueza y bienestar para la comunidad, contribuyó a consolidar la paz social.