El Club Matinal celebró ayer
jueves el último encuentro de la temporada (segundo de dos, ¡qué año!) con un
reducido pero selecto grupo de participantes (deberíamos decir “participantas”,
todas éramos mujeres). La tertulia versó sobre el último libro propuesto,
Insolación, con el fin de homenajear a Emilia Pardo Bazán en el centenario de
su fallecimiento (el 12 de mayo de 1921). Doña Emilia no defraudó. Este libro,
corto pero denso en su contenido, revela a la escritora inspirada, feminista
hasta la médula, incisiva e irónica con la sociedad de finales del siglo XIX,
atacando todo tipo de convenciones, apariencias y protocolos que rodeaban la
posición de la mujer de entonces. Asís, la protagonista, joven viuda, se abre a
las pasiones mundanas y al imperativo de la carne tras dos años de luto
riguroso, a pesar de la presión social del entorno en el que se desenvuelve la
aristócrata y que su rango le exige.
Es una historia de amor (más bien
de pasión) en la que la decisión última la toma el corazón y no la razón como
la religión y la sociedad demandan. Hay que leerla para disfrutarla y
vislumbrar en su protagonista a la Pardo Bazán desafiante y rompedora en la que
se había convertido la escritora tras su divorcio y su recuperada libertad como
consecuencia de ello.
Solo resaltar las minuciosas y
divertidas descripciones que realiza de las celebraciones de la fiesta mayor de
Madrid, San Isidro, del paisaje y sus gentes al más puro estilo castizo. No se
la pierdan. A pesar del título es refrescante su lectura.
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