Hoy comentamos un libro que no necesita presentación porque es hartamente
conocido por todos. Cuando repartimos los libros en la anterior sesión la mayoría
lo conocía aunque no tantos lo habían leído, pero el nombre de Atticus no
resultaba desconocido para ninguno. Todos recordamos a Gregory Peck
interpretando
al abogado Atticus Finch en la película homónima del director Robert Mulligan, papel por el que recibió el preciado Oscar al mejor actor
protagonista (por cierto, la tenéis en la Mediateca si queréis volver a verla). Pero volvamos al libro, que es
lo que nos ocupa; Matar un ruiseñor
fue escrita por la estadounidense Harper Lee con un trasfondo
autobiográfico; se publicó en 1960 y
recibió el Premio Putlizer en 1961, convirtiéndose en un clásico de la literatura
norteamericana contemporánea. La obra está escrita en primera persona, desde la
perspectiva de Scout y no en el tradicional estilo del narrador omnisciente.
Utiliza la analepsis o flashback, en la que es común el rompimiento del orden
cronológico de la historia con vueltas al pasado.
Está redactada en un lenguaje sencillo, claro y limpio; tal vez por ello sea
una obra muy bien valorada de los lectores jóvenes y , de hecho, muchos la han catalogado
como novela juvenil. Lleva un ritmo rápido, cinematográfico. No resulta
extraño que se llevara casi inmediatamente al cine, en 1962, e incluso se
hizo una adaptación teatral. La novela se publicó cuando estaba empezando el movimiento por los
derechos civiles, antes de que fuesen derogadas las leyes racistas que
habían dominado el sur de Estados Unidos; no lo hemos hecho a propósito, pero no deja de ser curiosa la coincidencia: la vamos a comentar justo el día que se cumplen 61 años desde que Rosa Parks se negó a ceder el asiento a un blanco y moverse a la parte trasera del autobús en ese mismo sur estadounidense que refleja la novela.
La publicación de la segunda obra de la autora, en julio de 2015, con el título
de Ve y pon un centinela (sus originales
se habían extraviado y no fueron encontrados hasta 2014), se consideró el
acontecimiento editorial del año a nivel mundial. Al parecer, se trata en realidad de la primera novela que escribió Harper Lee, de la que Matar un ruiseñor iba a ser solo un capítulo.
Harper Lee, nacida el 28 de abril de 1926 en Monroeville, Alabama, murió en
la misma ciudad el 19 de febrero de 2016; pocos autores han pasado a la historia de la literatura por una sola novela, como ella. Y menos aún con un solo personaje, Atticus Finch, un ejemplo de ética e integridad moral, dotado de una profunda capacidad de empatía: “Uno no comprende realmente a una persona hasta que se mete en su piel y camina dentro de ella”.
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